Existen muchas personas que han sido víctimas de este fenómeno tecnológico, y han sufrido las consecuencias de sus actos, bien sean consentidos o no. Lo que puede iniciar como algo inocente y sin repercusiones, se convierte en algo monstruoso, que te persigue por el resto de tu vida y te expone a varios tipos de abuso.
Uno de los casos más sonados es el de Amanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue encontrada muerta el
10 de octubre, apenas un mes después de haber grabado y publicado un vídeo en
Youtube en el que denunciaba estar sufriendo ciberbullying a raíz de un
caso de sexcasting (había
sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam con 12 años y la imagen
circuló fuera de su control).
Su madre, que trabaja de profesora, ha declarado que desea
que el vídeo,
titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self harm (Mi
historia: lucha, bullying, suicidio y autolesión), permanezca en Internet
tras la muerte de su hija para contribuir a evitar nuevos casos como el de
Amanda: “Es lo que mi hija habría deseado”, explicó en Twitter.
Ya se han creado
páginas de homenaje en Facebook y hashtags específicas en
Twitter para recordar a Amanda, aunque también se siguen recibiendo mensajes
crueles de burla, mostrando de nuevo que elciberbullying post-mortem no
es infrecuente. También hay personas que disculpan a quienes acosaron a Amanda
Todd en Facebook, argumentando que no tienen ellos la culpa de que enseñase
los pechos y publicase datos personales en Internet.
Eso sucedió cuando
ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura de ella mostrando brevemente
los pechos por la webcam (durante una sesión de videochat en
el web BlogTV) fue distribuida entre sus familiares, amigos y compañeros de
colegio por alguien que la intentaba sextorsionar. Aunque cambió varias veces
de centro escolar para huir del linchamiento y aislamiento social que sufrió
como consecuencia, el bullying la perseguía. “Ya no puedo recuperar esa
foto. Estará en Internet para siempre”, escribió la joven en su vídeo de
denuncia, donde explica el intento de sextorsión: en un
mensaje recibido por Facebook una año después de haberse mostrado entopless en
BlogTV, su acosador le dijo: “Si no haces un show para mí (en la
webcam), enviaré [la foto con] tus tetas”. Las amenazas se cumplieron y
este hombre llegó incluso a poner dicha foto como su perfil en Facebook (algo
supuestamente prohibido y controlado por los responsables de esta red social).
Según la madre,
el hombre para quien Amanda se había mostrado en topless vía
webcam continuó acosándola, fingiendo ser un estudiante y añadiendo en Facebook
a los compañeros de la joven, tras lo cual les enviaba el vídeo con el desnudo
de la menor. Este llegó incluso a sus profesores.
Tiempo después
de aquella difusión de la imagen de sus pechos y en el contexto de su búsqueda
de aceptación y de amigos tras un nuevo cambio de colegio, Amanda fue
golpeada por un grupo de chicos y chicas que, además, grabaron la
agresión. Aquel día acabó inconsciente en una zanja, donde la encontró su
padre: una vez en casa se intentó suicidar bebiendo lejía. Sus
acosadores y agresores, en una muestra de extrema crueldad, se burlaron de ella
etiquetándola en Facebook en fotos de botellas de lejía y publicando mensajes
diciendo que ojalá muriese. Amanda había buscado refugio en las drogas y el
alcohol, pero reconoce en el vídeo que esto sólo sirvió para aumentar su nivel
de ansiedad. Ahora llevaba tiempo acudiendo a tratamiento psicológico.
El legado
que deja la chica canadiense también inlcuye una presentación en el web
Prezi donde daba consejos para actuar ante el ciberbullying,
que dirigía a padres y chicos que presenciasen casos como el suyo. “Si
ves que alguien está siendo acosado, no dudes en decirle al abusón que pare.
Asegúrate de que sepa que lo que hace está mal y que no deberían acosar a otros
chicos”, aconseja Amanda en la presentación, donde también pide a los
padres que “siempre den apoyo emocional a sus hijos”.
¿Por qué llegan a ese extremo las cosas? Si todos sentimos, queremos, amamos..., ¿por qué el odio, el egoísmo y la soberbia nos lleva a realizar esas acciones?
También existe el caso de otra chica, Felicia García, de 15 años, quien vivía en Estados Unidos y se suicidó el pasado 24 de octubre saltando a las vías del tren, luego de haber sufrido bullying y ciberbullying derivado
de la difusión de imágenes sexuales suyas,
en este caso un vídeo.

En dicho vídeo la joven de origen hispanoamericano, aparecía manteniendo relaciones (consentidas) con cuatro
chicos de 17 (otras fuentes afirman que tienen entre 15 y 16) miembros de un
equipo deportivo de su instituto. La escena fue grabada presumiblemente con un teléfono móvil
o smartphone por alguno de los participantes y difundida a otros
estudiantes del mismo instituto. Tan sólo unos días más tarde la adolescente se
arrojó a las vías del tren delante de sus compañeros de clase, tras entregarle
el móvil a una amiga. Algunas fuentes declararon que la chica sufrió insultos
en voz alta por alguno de sus acosadores en el mismo andén momentos antes de
suicidarse.
Según testimonio de algunos compañeros a la prensa, después
de tener sexo con ella en una fiesta posterior a un partido, los chicos no
dejaron de meterse con ella, acosándola constantemente. Aunque el acoso venía
de atrás, según han declarado algunos estudiantes que la conocían, a raíz de
una relación que mantuvo con un miembro del equipo de fútbol americano. Esto
inició un acoso tanto presencial como a través de Facebook, donde
sufrió numerosos insultos.
Dos días antes había expresado en Twitter «I cant,
im done, I give up» (No puedo, ya está, me rindo). También
había publicado fotos suyas con la palabra «depressed» (deprimida)
sobreimpresionada. Anteriormente había sufrido acoso escolar pero había sabido
defenderse y reaccionar positivamente, según cuentan sus compañeros. Según
algunas fuentes pocas horas antes de arrojarse al tren, había publicado en
Instagram fotos suyas en las que se podían ver señales de una paliza.
Al parece Felicia no fue presionada para realizar los actos
sexuales grabados, sino que fue la grabación de dichos actos lo que ella no
habia consentido: esta filmación y
difusión además de suponer un grave delito, fue lo que agravó el acoso
y consecuente padecimiento psíquico que sufrió en los días anteriores a su
suicidio.
El colegio trató de intervenir en cuanto tuvo conocimiento
del caso de bullying, reuniéndose con ella y con el supuesto cabecilla del
bullying, un compañero de 17 años. Incluso Felicia habló con alguno de los
presuntos iniciadores del acoso, según se ha sabido, para tratar de reconducir
la situación. La policía exculpó a los chicos que aparecen en el vídeo
manteniendo relaciones sexuales con la chica, al constarles que era consentida,
pero siguen investigando el caso, incluso mediante el análisis de los perfiles
de Facebook de todos los estudiantes en busca de evidencias de acoso e
intimidación.
Otro aspecto que puede afectar a todos es la Sextorsión, tal es el caso de Gauthier, un joven francés de 18 años, quien un día volvió del instituto y empezó a hablar con una desconocida
por Internet en el servicio
de videochat con desconocidos Chatroulette. Poco después, empezaron las
confidencias, la seducción y ambos terminaron mostrándose a través de la cámara web.
También se hicieron amigos en Facebook. Entonces, el tono de la chica cambió
radicalmente; le amenazó con difundir un vídeo con la captura del sexcasting que
acaba de hacer, donde aparecía desnudo. «Tengo un vídeo porno tuyo. Si
no me das 200 euros, destruiré tu vida», le escribió.
Una semana más tarde, el 10 de octubre, Gauthier se quita la vida.
Tanto él, como su familia conocían el caso de Amanda Todd. «Nos habían hablado de la canadiense que se suicidó
después de haber enseñado su pecho», cuentan los padres de la víctima al
diario Le Parisien. «Canadá está muy lejos, creíamos que
algo así no sucedería nunca aquí. Pero le puede pasar a cualquiera»,
añaden.
Según ha informado la policía, se ha puesto en marcha una
investigación para “determinar el origen de estos mensajes”. Los agentes han
contactado el servicio jurídico de Facebook. Sin embargo, todavía no han
conseguido saber desde qué ordenador se escribieron los mensajes. Algunos
medios franceses afirman que la dirección IP está en Costa de Marfil.
¿Es esto justo? No lo creo.
¿Existían otras salidas? Probablemente.
¿Se hará algo para prevenir otros casos como éstos? Por supuesto.
¿Será suficiente? Nunca.
También existen otras historias, como la de Brenda, quien logró superar esa difícil situación y que el responsable pagara por lo que hizo. Ojalá a todos les ocurriera lo mismo...
¿Quieres aclarar algunas dudas sobre el Sexting? Visita el Post Nº1: El Sexting y el Post Nº2: Algunos datos sobre el Sexting.

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