Vamos a expandir nuestros conocimientos sobre este interesante tema, que puede afectar a nuestros jóvenes en maneras que no podríamos controlar...
Un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en septiembre de 2012 y realizado entre estudiantes de instituto de Los Ángeles, afirma que los adolescentes que practican sexting son siete veces más propensos a ser sexualmente activos que los que aseguraban no usar el móvil con fines sexuales.
¿Te parece que los teléfonos fueron creados con ese fin?
¡Claro que no! Pero nosotros siempre le encontramos una variedad de usos a las cosas. En este caso, parece que puede causar más daños que beneficios. Cuando enviamos una foto, video u otro tipo de información, ¡perdemos el control sobre ella!
¿Por qué? Simple, porque el receptor puede hacer lo que quiera con ella, reenviarla, guardarla para varios propósitos (como la venganza del ex), e inclusive, si a esa persona le roban el teléfono, o alguien accede sin permiso a el, pueden difundirla sin su consentimiento.
Por ejemplo, un estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Utah reveló algunos datos interesantes.
Esto quiere decir que uno de cada cuatro jóvenes que recibe una foto, la reenvía a una tercera persona. Y de ahí se expande la cosa. ¿Te imaginas hasta donde pueden llegar esas fotos? ¿O ese vídeo super comprometedor?
Más alarmante aún resulta que hay un incremento de la presencia de éstas fotos y/o videos en páginas de pornografía. En efecto, agentes de policía que vigilan
las redes de pornografía infantil online han detectado desde finales de 2010 un
incremento en las autofotos (y
vídeos) que son robadas y terminan en estos círculos.
¿Qué tal convertirte en una estrella porno sin quererlo? Ser la imagen que miles de pedófilos y pederastas usen en sus fantasías... El sueño de cualquier joven.
Según un estudio realizado entre chicas de 14 y
15 años, el 40% no veían nada
malo en sacarse una foto en topless, y 1 de cada 6
(16,7%) no consideraba inapropiado posar completamente desnuda para
otras personas.
¿Qué les pasa por la cabeza? Si se trata de su cuerpo, su intimidad, algo que se comparte sólo con su pareja y su doctor (sólo para revisiones, ojo).
También resulta interesante ver la incidencia del sexting activo contra el sexting pasivo. Para aclarar, el Sexting Activo se trata de cuando el/la menor se realiza fotos a sí mismo/a en posturas sexys, provocativas o inapropiadas. Por su parte, el Sexting Pasivo es cuando el/la menor recibe dichas fotos de personas de su entorno.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, existen diferentes grados de incidencia en cada tipo en el año anterior al estudio.
En el sexting activo se aprecia una notable mayoría de jóvenes que sólo lo realizaron una vez, un 41% de ellos se tomó a sí mismo una foto o vídeo con contenido erótico. En segundo lugar se encuentra la opción de 3 a 5 veces durante el año anterior.
El sexting pasivo mostró una baja en la opción de una sola vez, resultando en 39%, en favor de dos veces el año pasado que sube al 33%. Aún así, no supera a la primera opción.
¿Quiénes los destinatarios más habituales de este tipo de información? ¿A quién le estamos confiando parte de nuestra intimidad?
Según un estudio realizado por Connect Safely, se pueden identificar los siguientes como los destinatarios más comunes de quienes generan el sexting.
¿Qué les pasa por la cabeza? Si se trata de su cuerpo, su intimidad, algo que se comparte sólo con su pareja y su doctor (sólo para revisiones, ojo).
También resulta interesante ver la incidencia del sexting activo contra el sexting pasivo. Para aclarar, el Sexting Activo se trata de cuando el/la menor se realiza fotos a sí mismo/a en posturas sexys, provocativas o inapropiadas. Por su parte, el Sexting Pasivo es cuando el/la menor recibe dichas fotos de personas de su entorno.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, existen diferentes grados de incidencia en cada tipo en el año anterior al estudio.
En el sexting activo se aprecia una notable mayoría de jóvenes que sólo lo realizaron una vez, un 41% de ellos se tomó a sí mismo una foto o vídeo con contenido erótico. En segundo lugar se encuentra la opción de 3 a 5 veces durante el año anterior.
El sexting pasivo mostró una baja en la opción de una sola vez, resultando en 39%, en favor de dos veces el año pasado que sube al 33%. Aún así, no supera a la primera opción.
¿Quiénes los destinatarios más habituales de este tipo de información? ¿A quién le estamos confiando parte de nuestra intimidad?
Según un estudio realizado por Connect Safely, se pueden identificar los siguientes como los destinatarios más comunes de quienes generan el sexting.
Esto deja mucho para reflexionar...
¿Te parece que no hay suficiente información? Aquí tienes algo extra:
- ¿Qué es el Sexting? Post Nº1





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